giovio1562-2. fol 13v. Cap VII “Batalla del golfo de Salermo”. fol 14: “Pero don Hugo que quería ser tenido por muy sabio en cosas de la guerra de mar, y poco había, habiendo contradicho a todos los los antiguos patrones en Capri, reprehendiendo su cobardía, porque eran de parecer no dar batalla estuvo tanto tiempo en disparar el artillería, que Phelipín, que diligentemente esperaba esto, habiendo puesto muy bien a mira su mayor pieza de artillería que nombraban el basilico, para tirar al enemigo, dándole fuego, y disparándola con gran ruido dió en la galera de don Hugo la pelota y habiendo rompido las zumbadas (que son unos tablones grandes que ponen delante toda la galera cuando se pelea) con terrible estrago de hombres pasó por cusia dende proa a popa con tanta furia, que habiendo despedazado más de treinta hombres entre soldados, remeros y marineros, aún despedazo muchos en la popa y entre ellos a don Pedro de Cardona Siciliano pariente del Marqués de Basto, el cual a los dos hermanos Valpergas, señores de Masinio, por celos que dellos tenía en sus amores, los había muerto en Milán. Y León Tasinio de Ferrara, el cual mató a Guevara hijo del Conde de Potencia, por ciertos enojos que había entre el padre del Guevara y el Marqués, mancebo de gran esperanza. y poco antes había muerto sin culpa, y también con ellos a Guzmán grandísimo músico de Vihuela: el cual por su pasatiempo (queriéndolo así su fortuna) habiéndose ya embarcado aquellos grandes señores y queriéndose partir, había subido por los remos en la capitana, de la sangre y entrañas de los cuales estaban salpicados y sucios el Marqués de Basto y don Hugo. Pero los artilleros de don Hugo así habían encarado su gran cañon de curia en la capitana de Phelipín de Oria, que no hizo mucho daño, impidiéndolo el humo que cubría la galera. Porque los Genoveses de otra manera estaban dentro de sus galeras para defenderle de los golpes de artillería, que no estaban los españoles: porque siendo ellos platicos en las cosas de mar, estaban por las balestreras que eran de muy fuerte madera y bien clavada con rezios clavos, inclinados entre los remadores, y puestos por ellos como si estuviesen en algún muro con los arcabuzes de mano peleaban. Entretanto, con desigual fortuna, tres galeras Imperiales…