Hijo resçibi vuestra carta y no pensé que el fallescimiento de vuestra madre que sea en gloria me llegara a tanto estrecho, la qual me vino sobre otras muchas pérdidas como el portador os dirá al cual me remito, quanto a lo de los dineros, yo os prometo que en toda mi vida estuue tan alcangado porque se me an levantado con mas de setecientos mil maravedis, y como naçi para morir que devo más de quatrocientos mil maravedis, que estoy pobre, que no puedo comprar una vestia, por tanto vos me paresçe que deveys de vender la mayordomía, que no es oficio para vos, y pagar todo lo que deveys, que lo que tengo podreis comer, y tendreis muy bien que pasar, que yo os doy licencia para lo vender, en lo del bueno de vuestro hermano, no devria desde curar dél, ques el mayor vellaco del mundo, ni de darle cosa ninguna, e lo del beneficio dexolo que ya no lo tiene en su cabeça, y vaya para vellaco y en lo de mis bienes tiene menos, que yo no rescibi con su madre que sea en gloria diez mili maravedls, que yo los he todos ganado, loores a nuestro señor, y durante mis días él yrá para vellaco y al tiempo de mi muerte yo le dexaré tan poco que se maraville, en lo del casamiento, me a escripto andres de sahagun con vna su sobrina, y yo le respondí que tenía de vos entendido que no os queriades casar, que si vos quisiesedes que en vuestra mano está y que tengo jurado no os casar ni hablar en ello porque no os quesistes casar con quien yo os mandaba, por tanto sabedlo, que os conviene y mirá que es cosa seria, él va a las yndias con vn gran cargo y partido, quiera Dios que le salga tibien, y con muy buenas palabras os sabréis departir y entender en es otro que decis de la hija de çuñiga, y decilde a saagund como os escrebi sobre su sobrina y que mostré mucha voluntad a ello, y sabed dél dónde queda un taçon mio de plata grande que tiene y también le pedí muy cortesmente diez ducados que me debe de una cosa que acá le compré que dize que la pagó a vos y procurad de la recordar para ayuda a algo, y el taçon enbiarmelo eys con el primero, tened mucho cuidado de ofrendar a vuestra madre todos los domingos y de mirar por esos muchachos y cómo esa esclavilla no se pierda ni haga bellaca y eso mismo el esclavillo y de mirar mucho por esa hacienda e casa de ser mucho de recabdo y de dinero que vos no quereys entender con la cibdad ni andar a recaudar a tres y a cuatro maravedls, que nos pierda, y no piense que lo vendeys por pura nesesidad, y pues dios llevó a vuestra madre y teneys menos la mitad de la cuota, sabeos governar y ahorrar y si no quisieredes vender la mayordomía yo os la dexaré servir por vuestro sostituto, procurad de empeñar alguna cosa hasta *Veynte o treynta mili maravedís en tanto que yo acabo con estos mis devdores y doy mis cuentas al conde mí señor, que me quiero yr ay a salamanca a morir a mi casa que segund la poca. salud [que] tengo y el muy cesivo trabajo no puedo bebir mucho y esta carta no la mostreys a ninguno y resçalda a cumple ansy, y con esto ceso, y no cureis de la boberia del libro y vendeldo al impresor y quitaos de la fantasya y mirad que aveys ya quarenta años y que no sois muchacho. Yo quedo aquí en monterrey que soy corregidor en este estado a despesar de todos y de Juan [abreviatura de un apellido ininteligible] y aviendo lugar quisiera os llegaredes aca santiaguillo... os besa las manos y asido quedo (sic) oy 13 de Octubre deseando tu bien.—Alonso Pisador.,