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"Perdona, Teresa mía,
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el mal son de la vigüela,
que juro a San que en el pueblo
ay mucha falta de cuerdas;
las que acaso se hallan,
aunque al parecer son buenas,
están húmedas del tiempo
y por enmedio se quiebran;
i por ser tales las primas,
las segundas y terceras,
solo te traigo vna quarta
y dos bordones con ella.
I pues estamos a solas
y nadie no nos acecha,
tú estás, en tu casa, sola,
baja y ábreme la puerta:
daréte dos mil cosillas
que te traigo de la feria
con que juegues las mañanas
y las noches te entretengas;