Y visto esta invención de música por los cavalleros que havían corrido y escaramuzado su encamisada, todos ellos de conformidad se devidieron en dos partes, dejando passar a las dos sobredichas galeras de máscaras que, al son de los menestriles que traían en ellas, se repararon debaxo los balcones donde sus Majestades y Altessas estavan y al cabo de rato pararon de tañer los menestriles y geremías. Se empezó de hoír una suavísima mússica de diferentes instrumentos con mucho concierto que tañían, como fueron vigüelas de arco con rabeles, y vigüelas de mano con arpas, bien encordados los unos con los otros estrumentos, al son de los cuales se cantaron con lindas bosses delicadas algunos romanses, sonetos y diferentes motetes de mucho gusto y contento para todos los que la hoían tan principal y singular música, como se daba en servicio de sus Magestades y Altessas, la cual turó más de media hora que sería muy largo de contar si todo lo que se cantó se hubiese d’escribir.