1604
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Diego de la Vega, Empleo y Exercicio sancto sobre los evangelios de las Domínicas de todo el año. Tomo I. | 1604 | 17cent/1/early | Toledo | Castilla-La Mancha |
The author recalls the beneficent properties of the vihuela in prayer to God: “No hay música de harpas ni de vihuelas que para él sea tan agradable”.
He also cites the vihuela later in the text, played on several occasions: “en la vendimia [...] se oye la voz del pandero y del rabel y la dulze vihuela [...] Otra es en los saraos, donde también se dança y se hacen mil invenciones y juegos, donde acostumbraban a tocar diferentes instrumentos de música, tímpanos, psalterios, vihuelas y harpas”
Document type | Subject | Siglum | Archive name | Call no. |
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non-fiction print | Literature Vihuelas Performance Practice |
p. 103
Y sea, quán amigo es Dios de que le pidamos, quán bien le suenan las aldavadas del que con necesidad en medio de la noche de la tribulación llega a llamar a su puerta. No hay música de harpas ni de vihuelas que para él sea tan agradable. En el Psalmo 17 el contexto griego dice: Intonuit in aures eius, mi oración entonó en sus orejas, hizo un concento y suave harmonía, una música muy concertada de que quedó Dios agradadíssimo. Tenía Alexandro Magno un criado llamado Thimoteo, tan excelente músico y tan diestro en su arte, que quando le sentía que estaba enojado y melancólico, con sólo tomar la vihuela en la mano y tocarla, le desenojaba y de un león le ponía hecho un cordero. Verdaderamente la oración debe de ser música muy agradable para Dios, pues assí le desenoja. Quando está más enojado y colérico, quando lloviendo lanças contra el mundo, quando derramando de golpe toda su saña, si acaso en medio de ésta oye tocar acá abajo la harpa de la oración, luego con aquello amayna su yra, luego se aplaca y se da por contento. Píntanos el evangelista san Juan a Dios en el capítulo 13 de sus revelaciones con una ocasión tan grande de enojo como le pudieran causar las blasfemias y arrogantes palabras, que contra su grandeza y magestad despedía de su boca aquella gran bestia de las siete cabeças, diez cuernos y otras tantas coronas, sea quien fuere esta bestia, que por lo menos se dio Dios por ofendido de sus palabras y mandó a uno de sus ángeles que castigase su atrevimiento y locura […] Pues en una ocasión tan pesada y tan de sangre como esta, se sigue luego en el capítulo 14 cómo para desenojarle se ordenó una música de Ángeles en el cielo, los quales todos con vihuelas y harpas que tocaban muy diestramente le daban música y cantaban mil chançonetas y puniendo el oýdo atento, dize que quando estaba oyendo esta música, le parecía que retraýa al sonido sordo y confuso, que suele oýrse a la ribera de un río caudaloso y que lleva corriente, quando cae de un asperíssimo risco y por entre breñas y peñas se va despeñando, y al que al romper de la nube que viene centelleando suele causar el trueno mensagero temeroso del rayo, y al que percibe la oreja del que está oyendo una suave música de harpas y vihuelas bien concertadas.
p. 328
Una de las ocasiones en que suelen los hombres alegrarse con demassía y excesso es en la vendimia, que como es cosecha de vino, ella parece que se trahe consigo la ocasión de alegrarse. Allí se canta y se ríe, allí se çapatea y se bayla y allí se oye la voz del pandero y del rabel y la dulze vihuela [...] Otra es en los saraos, donde también se dança y se hacen mil invenciones y juegos, donde acostumbraban a tocar diferentes instrumentos de música, tímpanos, psalterios, vihuelas y harpas […] La tercera es en los banquetes y fiestas, en una boda o en un desposorio de grandes, donde se come y se bebe con música.
Name | Status when cited | Social status |
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Vega, Diego de la | Professional |
Source: Pepe Rey, http://www.veterodoxia.es/2010/10/la-vihuela-concertada/ Consulted 20 Oct 2010