Nicola Doizi de Velasco, en el prólogo de su Nuevo Modo de Cifra... (Nápoles, 1640) escribe en la dedicatoria a Margarita de Austria que uno de los objetivos de su libro es demostrar que la guitarra no es un instrumento "imperfecto", y que para sacarlo de tan triste escalafón, en el que no están, por ejemplo "el organo, Clavicordio, Harpa, Laud y Tiorba" incluye "toda variedad de consonancias, que generalmente ay en la musica, sirva de poder sacar por ella el tañer qualquier musica por doce partes diferentes". Más adelante, construyendo una muy breve historia de la guitarra escribe "La [noticia] que he podido hallar, es ser instrumento, muy antiguo en España. Si bien solo de quatro cuerdas (digo quatro, en diferente punto cada una, pues no se entienden en estas, las que se duplican, en unisonus, o en octava) y que Espinel (a quien yo conoci en Madrid) le acrecento la quinta, a que llamamos prima ..." Doizi de Velasco consideraba que la guitarra tenía cinco órdenes y procedía de otra que tenía cuatro. Era considerado un instrumento "imperfecto" por no poder abarcar todos los acordes en los doce tonos del temperamento igual (por su limitado número de órdenes), pero él iba a reparar ese despropósito en su libro.